miércoles, 6 de junio de 2012

Dunia

Me puse a tejer, aprovechando restos de lanas, esta manta cuya belleza reside en su sencillez. Puntos altos elaborados en grupos de tres, que en la siguiente fila van intercalándose, de tal manera que si iniciamos la fila anterior con tres puntos altos, la siguiente comenzará con un punto alto, dejaremos un hueco, y tejeremos tres puntos altos, hueco, tres puntos altos... No sé si me explico... jejeje Igual por medio de la fotografía os aclaráis mejor.

En otras ocasiones he cambiado de color al finalizar la fila correspondiente, pero según tejía decidí optar por aprovechar las lanas el máximo posible y, cuando iba a finalizar un color, simplemente tomaba el siguiente y los unía mediante un nudito, continuando tejiendo. En definitiva, este es el resultado... Un regalo para Dunia, una persona muy especial que siempre me hace sonreír, en compañía de Bambú, por supuesto, esa perrita que nos acompaña encantada allá donde vamos.

Sister

Soy un desastrix, lo sé. Pasan los meses y, aunque continúo teje que teje, la pereza gobierna estos dedos en lo que a teclear entradas se refiere. Vaivenes vitales que distraen a estas mis palabras. Aún así, ganchilleo de contínuo en busca de ese yo que disfruta creando y de esa calma que le aportan los puntos altos, así como regalando el fruto de mi trabajo a aquell@s a quien más quiero. Regalos de cumpleaños, a mi Sister, por ejemplo. Esa hermana, no de sangre, pero sí de sonrisas y abrazos. Esta mantita es la suya, para que arrope sus sueños y se arrope en sus siestitas. Ana y Rebeca financiaron las lanas y yo me puse en acción allá por el mes de marzo. Este es el resultado, aunque llegue con retraso :-)