jueves, 21 de enero de 2016

La mantita de Aroa

Parece fácil y lo es (todo es ponerse en esta vida), pero lleva mucho tiempo y trabajo,  ya que quería una manta tupida y la tejí con puntos enanos: punto enano-cadeneta-punto enano-cadeneta.

La recompensa: una manta suave,  de esas que atraen siestas,  y la sonrisa de cuatro añitos de su dueña.